Tratamiento de aguas residuales
13 octubre 2015
La calidad del agua es una cuestión vital en la vida del ser humano, pues no hay ningún sustituto para este recurso, por ello, es muy importante cuidarla antes y después de su uso. El agua, después de haber sido utilizada en hogares o industrias, regresa al medio ambiente, que puede verse afectado si previamente no se lleva a cabo un tratamiento de aguas residuales.
En el agua de desecho y drenaje se pueden encontrar sustancias de desechos humanos, restos de comida, aceites, jabones y químicos que pueden dañar el medio ambiente.
Para evitarlo, las instalaciones de tratamiento de aguas residuales realizan tareas de desinfección, reduciendo o eliminando la contaminación de los agentes químicos, físicos y biológicos de las aguas de desecho.
El tratamiento de aguas residuales es una práctica de obligado cumplimiento. De hecho, en el último año, España ha sido denunciada por la UE ante el incumplimiento de las directivas sobre depuración de las aguas residuales urbanas. La Directiva 91/271/CEE obliga a su realización antes de su vertido, y la Ley 16/2002 de Prevención y Control Integrado de la Contaminación entró en vigor con la misión de reducir el vertido de determinadas sustancias contaminantes presentes en los afluentes.
Tipos de tratamiento de aguas residuales
El tratamiento de aguas residuales es una cuestión prioritaria a nivel mundial, ya que disponer de un agua de calidad permitirá una mejora de salud, ambiente y calidad de vida. Existen dos tipos:
- Tratamiento Aerobio: Se lleva a cabo un proceso de oxidación biológica, mediante el cual, los microorganismos degradan la materia orgánica contaminante del agua residual.
- Tratamiento Anaerobio: Se trata de un proceso biológico de las aguas residuales en el que los organismos catabolizan y asimilan sus alimentos en ausencia de oxígeno.
Las principales fuentes de contaminación acuática pueden calificarse como urbanas (labores domésticas, residuos fecales), industriales (materia orgánica, metales, aceites) y agrícolas (residuos orgánicos, excrementos de animales), por lo que, el agua puede contener partículas muy variadas tanto en tamaño como composición. Por ello, es necesario hacer una división de los procesos de limpieza, simplificándolos y estableciendo objetivos para medir su eficacia. El tratamiento de aguas residuales se puede dividir en dos o tres etapas:
- Tratamiento primario: Es la etapa más sencilla del proceso y tiene la función de preparar el agua eliminando sólidos en suspensión por medio de un proceso de sedimentación simple. Estos tratamientos son el cribado o las mallas de barreras, la flotación o eliminación de grasas y la sedimentación.
- Tratamiento secundario: Tiene como objetivo limpiar el agua de impurezas que, cuyo tamaño es mucho menor, y no pueden ser captadas por la decantación y rejillas. Para ellose utilizan métodos mecánicos y biológicos combinados (sistemas de precolación).
- Tratamiento terciario: No siempre se lleva a cabo esta fase, ya que dependerá de la composición del agua residual y el destino que se le dará, pero se encarga de suprimir algunos contaminantes específicos presentes en el agua residual como los fosfatos (provenientes del uso de detergentes).
Riesgos por la falta de tratamiento
Las aguas residuales que no son tratadas pueden contener bacterias y virus nocivos que supongan un riesgo para el medioambiente y la salud pública:
- Animales: La falta de tratamiento de aguas residuales genera aguas contaminadas con alto contenido en nutrientes, como nitrógeno y fósforo, que en niveles elevados daña las aguas dulces y el medio marino, siendo éste primordial para las plantas y animales. Nuestros ríos y océanos están llenos de criaturas que dependen de las costas, playas y pantanos.
- Recreación y calidad de vida: El agua representa una extensa área de diversión y bienestar para toda la población. Los paisajes y valores recreativos de nuestros depósitos grandes de agua, muchas veces, son las razones que convencen a las personas para vivir cerca de ellas , adquirir una segunda residencia o disfrutar de un periodo de vacaciones. Los visitantes son atraídos para llevar a cabo diversas actividades como nadar, pescar, pasear en lanchas y hacer días de campo, por lo que una falta de higiene y seguridad puede afectar directamente a la forma de vida de las personas y al turismo.
- Efectos sobre la salud: Si el agua no se limpia de forma adecuada puede transmitir numerosas enfermedades, ya que, continuamente, vivimos y trabajamos cerca del agua.
Cada vez se requiere una mayor cantidad de agua para satisfacer las necesidades humanas y, una parte del tratamiento de las aguas, debe servir para su aprovechamiento y reutilización. HIGIA cuenta con profesionales en tratamientos de aguas residuales, que ofrecen sus servicios adaptados a las necesidades del cliente y una garantía post-servicio.